Tras el verano solemos esforzarnos más en cuidar nuestra piel, puede que sea simplemente porque al ir perdiendo el moreno nos vemos peor o puede que durante el verano la hayamos castigado no protegiéndonos lo suficiente o alimentándonos incorrectamente. Pero el cuidado de la piel debe ser una constante que muchas mujeres ya tienen incorporada a su rutina diaria.
Nunca está de más recordar la importancia de la hidratación de nuestro rostro, sólo cuidándola podremos obtener una piel radiante en la que retardemos la aparición de arrugas y manchas. Así una correcta alimentación, incluyendo siempre el agua, y un adecuado descanso favorecerá siempre la elasticidad de nuestra piel. Determinados agentes externos también la perjudican, es el caso de la contaminación o el sol por ello nunca debemos salir de casa sin protección solar. Aunque actualmente la mayoría de cremas diarias ya incluyen un factor de protección en torno al 15 siempre debemos comprobarlo.
Para prestar mayores atenciones a la piel de tu cara puedes optar por un método natural utilizando aceites y cuidando la alimentación, o ir periódicamente a centros de belleza en los que apliquen terapias de limpieza e hidratación. Pero en la mayoría de los casos es suficiente acostumbrarse a ciertas prácticas que no nos son desconocidas. Llevamos toda la vida escuchando que es imprescindible limpiar la piel cada noche con desmaquillantes y aplicarse crema antes de dormir, lo mismo por la mañana; limpieza y crema. Pero no siempre lo hacemos. En ocasiones, solemos comenzar a ser conscientes de esta necesidad cuando empezamos a ver como nuestra piel envejece siendo muy fácil prevenir ciertos síntomas si comenzamos a cuidarnos ya.
Como siempre la gimnasia también ayuda. Concretamente la facial que suele estar destinada a evitar o retrasar la aparición de arrugas. Son ejercicios sencillos, fáciles de encontrar en la red, cuya realización lleva escasos minutos y que persiguen mejorar la musculatura mediante estiramientos. Los métodos para mantener una piel jovial son variados y permiten adaptarlos a nuestro tiempo y recursos, lo imprescindible radica en no olvidarse de realizarlos.
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