Todos asociamos la realización de algún tipo de ejercicio aeróbico, como correr, caminar deprisa, practicar aeróbic o realizar unas cuantas series de los tradicionales abdominales, tumbados en el suelo con las piernas estiradas o flexionadas por las rodillas, realizar elevaciones del tronco; con un objetivo estético claro: reducir unos centímetros el diámetro de nuestra cintura y hacer que nuestro abdomen resulte menos prominente.
Parece que los expertos están de acuerdo en que no resulta un método eficaz e incluso puede entrañar riesgos. Muchos especialistas, médicos y fisioterapeutas, señalan los ejercicios abdominales como causa principal de una multitud de casos de incontinencia urinaria, caída de los órganos internos de la mujer (prolapsos) y algunas disfunciones sexuales como la dificultad para alcanzar el orgasmo, por el aumento de presión intraabdominal.
El principal músculo implicado en este tipo de ejercicio es el recto del abdomen, cuyas fibras provocan básicamente movimiento. En cambio, los músculos que configuran la faja abdominal son el transverso y los oblicuos, con otro tipo de fibras que actúan constantemente, también en reposo, con funciones de sostén del abdomen.
Lo que los expertos afirman es que, al reforzar el músculo recto, de alguna manera se “desconectan” o pierden tono los que conforman la faja abdominal y el suelo pélvico, no cumpliendo bien su función de sostén y favoreciendo la aparición de dichos problemas.
Desde un punto de vista más estético, tampoco son eficaces ya que no sólo no reducen el perímetro de la cintura sino que tampoco hay una disminución de grasa ni aumentan la fuerza en la musculatura abdominal. Por el contrario, se ha comprobado que, tras un mes de práctica regular, se reduce aproximadamente en un 20% el tono muscular del suelo pélvico.
Al disminuir tanto el tono como la dureza de los músculos que conforman la faja abdominal, la persona puede comprobar que en reposo, sentada o de pie, tiene un abdomen más prominente que antes de empezar a realizar los ejercicios.
En definitiva, preguntemos a un especialista qué tipo de ejercicios de tonificación y prevención son más recomendables. La alternativa que proponemos son los ejercicios abdominales hipopresivos, desarrollados inicialmente por el doctor belga Marcel Caufriez.
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