En verano tendemos a salir más, viajar y relajarnos: por eso estamos esperándolo todo el año. Pero no somos las únicas: los cacos, que lo saben, también esperan estas fechas ansiosamente. Aunque los accidentes son imprevisibles, y no es cosa de que nos volvamos paranoicas sospechando de todo, no está mal que adoptemos unas cuantas medidas de prudencia que nos ayuden a mantener alejados a estos amigos de lo ajeno:

Si te vas, la casa no ha de parecer deshabitada. Dejar ropa tendida o las persianas a medio bajar pueden hacer que el ladrón se lo piense dos veces. Los accesos que den a lugares oscuros y poco concurridos (patios o callejones) han de quedar bien cerrados. Son el punto de acceso favorito de los cacos, ya que están fuera de miradas indiscretas. Aunque por prudencia cierres las llaves de agua y gas, no desconectes la electricidad. Si alguien llamara y no sonara el timbre, automáticamente deduciría un viaje largo.

Que alguien de tu confianza vaya de vez en cuando a recoger el correo, regar las plantas y dar sensación de casa habitada. Eso sí, cuando se lo pidas, no lo hagas en público, ni comentes tu viaje a través de las redes sociales. Por mucha ilusión que te haga compartir tus nervios, piensa que casi cualquier persona puede acceder a esa información. Nunca sabes quién puede enterarse. Mejor, prudencia.

Una vez en tu lugar de destino, que nada te amargue estos días de relax. Y menos, los rateros. Sobre todo si viajas a algún sitio turístico, atiende bien a tus pertenencias. Procura llevar un bolso de correa larga en bandolera y hacia adelante, con el cierre hacia ti, la tarjeta de crédito en un lugar diferente del DNI y dinero repartido en viarios bolsillos. Nunca dejes el móvil o la cámara encima de la mesa si estás en una terraza, ni cuelgues nada del respaldo del asiento. En la medida de lo posible, pongámoselo difícil a los ladrones.

Sobre todo en las aglomeraciones, ten mucho cuidado. A menudo, lo que pensamos que es un inocente tropezón en un autobús atestado es en realidad la excusa para birlarte la cartera. Los corrillos que se forman en torno a los artistas callejeros también son una buena fuente de ingresos para algunos. ¡No les permitas enriquecerse a tu costa!

Estos son días para ti, para que disfrutes de los tuyos y del tiempo libre. No permitas que nadie te lo estropee.

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