¿Quién no ha oído hablar del tai-chi? Seguro que en los parques de tu ciudad has visto a grupos entrenando, casi se puede decir que bailando al son de una música inaudible, en movimientos lentos, concentrados y armónicos. Arte milenario, lucha marcial, es empleado normalmente como forma de ejercicio pero, ¿qué sabemos realmente del tai-chi?
El tai-chi es un arte marcial chino. Suele emplear espadas, bastones o lanzas. Sin embargo, en la forma en la que ha llegado hasta nosotros, simplemente se emplea por los beneficios que aporta a nuestra salud. Esta modalidad fue iniciada por el médico y maestro en ‘las cinco artes’ (pintura, poesía, caligrafía, medicina y artes marciales) Zheng Manqing y desarrollada posteriormente por sus alumnos.
A partir de mediados de la década de los años 40 se empezó a investigar de manera científica los supuestos beneficios del tai-chi en el mantenimiento de la forma física y mental en sujetos de edad avanzada. Los resultados fueron asombrosos.
En los grupos que practicaban de manera continuada este arte, la incidencia de problemas relacionados con hipertensión o arteriosclerosis eran considerablemente menores. Asimismo, estas personas también poseían mayor flexibilidad y capacidad pulmonar, mejor alineación de la columna vertebral y los niveles de colesterol se hallaban mayoritariamente en rango.
Cada vez resulta más costoso hacer ejercicio ay que la pereza nos invade y acabamos cediendo al cálido refugio del sofá, ¿verdad? El tai-chi es un ejercicio lento y suave que no exige demasiado ni al corazón ni a los músculos. Sin embargo, basta para aportar suficiente torrente sanguíneo a todo el cuerpo, ayudando a prevenir la acumulación de residuos típica de una mala circulación. Todos estos beneficios también redundarán en una mejoría en la actividad sexual. Un cuerpo más sano, lógicamente, ayudará a conservar una mente más lúcida y un ánimo más optimista.
¿Alguna de vosotras practica tai-chi? ¿Estáis notando sus beneficios? Y ¿alguna hacéis algún otro deporte?
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