El estreñimiento, además de ser un fastidio y un problema en sí mismo, puede tener una influencia negativa en nuestro suelo pélvico. ¿Recordáis que hablamos de aquellos ejercicios que debíamos evitar para no dañarlo? Son aquellos que ejercen una presión fuerte y directa sobre él, como los abdominales, es decir, cualquier gesto o fuerza que ejerzamos hacia abajo de nuestro abdomen. El estreñimiento puede causar un debilitamiento de los músculos del suelo pélvico debido a la presión constante y periódica que se ejerce al intentar vaciar el intestino sin éxito.
De la misma forma, el estreñimiento también puede afectar al funcionamiento de la vejiga, pues si el intestino está demasiado lleno, puede llegar a comprimir la vejiga de tal forma que afecte al paso de la orina, o disminuir su capacidad, originando un deseo de micción más frecuente.
Tanto si tenemos pérdidas de orina como si no, debemos prevenir el estreñimiento, para evitar además de las incomodidades de este trastorno, las posibles consecuencias negativas en nuestro suelo pélvico.
Consejos para evitar el estreñimiento
* Bebe una cantidad suficiente de agua cada día. Como ya sabemos, a pesar de padecer incontinencia debemos seguir bebiendo al menos un litro y medio de agua al día. Si dejamos de hacerlo, además de tener más facilidad para padecer infecciones, agravaremos la dificultad para expulsar las heces, entrando en un círculo vicioso perjudicial.
* Come alimentos con fibra. La fibra, unida a la ingesta de líquido, ayuda al tránsito intestinal. Cada día necesitamos comer unos treinta gramos de fibra, que podemos obtener de la fruta, las verduras, los cereales y las legumbres.
* Haz ejercicio cada día. Un ejercicio moderado como pasear, pone en marcha nuestro organismo, y contribuye a evitar el estreñimiento.
* Establece un horario. Intenta acomodar tu organismo a un horario fijo para visitar el inodoro, el que te sea más cómodo, ya sea por la mañana al despertar, a media tarde, o antes de dormir.
* Si el estreñimiento persiste o resulta difícil de atajar, consulta con tu médico, que será quien mejor puede aconsejarte. Evita tomar laxantes sin su conocimiento y prescripción.
Imagen vía | Brett Jordan en Flickr