De tiempos y relojes

El tiempo, placentero cuando pasa sin que tengamos la necesidad de mirar el reloj y cruel cuando hace que los buenos momentos pasen demasiado rápido siempre estaremos ligadas a él. De hecho solemos llevarlo encima. No, no sólo por las prisas (que también) sino en forma de reloj colgado en nuestra pulsera.

El reloj, un clásico complemento que acompaña de elegancia y personalidad nuestro look, es en realidad un infinito mundo de joyería y tendencias. Difícil de elegir si tratamos de regalarlo y fácil de que nos enamoremos de uno de ellos a primera vista el reloj es un imprescindible mucho más allá de su función primordial, dar la hora.

Casual, clásico, deportivo o de diseño la forma y el material del reloj crean su personalidad. La forma de la esfera, el color o el material de la correa (que puede ir del acero, al carey, la piel, la cerámica o la tela), el tamaño o el uso que vayamos a darle determinarán si realmente nos será útil o por el contrario será un mero capricho relegado al fondo de nuestra joyería. Un fondo en el que suelen encontrarse los relojes de plata u oro, también los de menor tamaño, que conservamos para ocasiones especiales ya que son excesivos para el día a día, en el que los estilos más deportivos o cómodos marcan el conjunto.

El gusto y el estilo personal serán las claves para escoger reloj de pulsera pero si además de encontrar el perfecto sabemos cómo lucirlo el efecto será global. El tamaño del brazo también puede influir en la elección de reloj, uno con brazalete ancho destacará más en un brazo de más talla mientras uno más fino hará lo propio en una muñeca menor. Lo importante es atenerse a nuestras necesidades y ser conscientes del momento en que lo usaremos, a partir de ahí dicta el gusto personal.
Imagen| Bigstockphoto

 

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