Las mujeres conducen mal. ¡Mujer, tenía que ser! ¡Vete a hacer la colada! Alguna vez te habrá pasado que por el simple hecho de ver una mujer al volante, se presupone que conduce mal. Uno de los mitos urbanos más extendidos. Sin embargo, las mujeres tenemos un alto sentido de la conducción preventiva. A pesar de que podemos cometer errores… como ellos.

En estos momentos de mucho movimiento de vehículos, idas y regresos, las carreteras y calles se encuentran con conductores apurados, ansiosos, perdidos, cansados. Debemos extremar las precauciones para evitar un accidente y tene en cuenta los consejos de educación vial. Veamos algunas ideas claras y sencillas de llevar a cabo sobre conducción preventiva que sirven tanto para unas como para otros.

Conducción preventiva: observación

Las tres ideas fundamentales para conseguir una conducción preventiva son: observación, anticipación y distancia de seguridad.

Observar es algo más que estar mirando. Significa centrar toda nuestra atención en lo que ocurre en nuestro camino. La mejor forma de conseguir obtener la mayor cantidad de información al mirar es realizando lo que los técnicos llaman «barrido visual«.

Básicamente se trata de recorrer con la mirada el camino a transitar, en un movimiento constante de los ojos que «barren» la vía de ida y vuelta permanentemente. En la carretera este «barrido visual» comenzará en el punto más lejano en el que podremos llegar en unos 20 segundos de marcha, para ir barriendo la carretera hasta nuestro coche, y volver en sentido contrario. Lo que se denomina «barrido longitudinal».

En la ciudad, debemos estar atentos a personas que crucen una calle, a puertas de otros coches que se abran, a obstáculos e intersecciones. En este caso se realiza un «barrido transversal». Los ojos irán de una acera a la otra y hacia adelante hasta la primer intersección o señalización (rotonda, stop, semáforo, etc.). Ese recorrido visual se hace continuamente de ida y vuelta.

Además debemos estar atentos a observar lo que nos muestran los espejos retrovisores para obtener una visión ampliada de lo que ocurre a todo nuestro alrededor. Parece complicado, pero con la práctica se obtienen resultados magníficos, teniendo en cuenta siempre que la velocidad debe mantenerse dentro de los límites permitidos.

Conducción preventiva: anticipación

Si podemos conseguir adelantar las situaciones que se nos vayan a presentar en el camino, habremos reducido senciblemente las posibiliades de sufrir un accidente. Para ello debemos saber leer la información que obtenemos observando y tratar de intuir el comportamiento de otros conductores. En ocasiones se necesitarían ciertas dotes adivinatorias porque el uso de intermitentes, por ejemplo, parece una costumbre en vías de extinción. Sin embargo, debemos intentarlo.

La anticipación nos permitirá reaccionar adecuadamente cuando sea necesario, sin adelantarnos a los acontecimientos «por las dudas» ni actuar tarde y mal.

Conducción preventiva: distancia de seguridad

Un concepto que fácilmente se olvida cuando estamos al volante es el de mantener la distancia de seguridad. Y hablamos de «despegarnos» tanto del coche que va delante nuestro, como del que viene detrás y de los otros posibles vehículos u objetos en los costados.

Para tener una idea más acabada de lo que ello involucra es bueno pensar en metros por segundo. «Un turismo necesita entre 50 y 60 metros como término medio para detenerse a 120 Km/h en perfectas condiciones.«> nos advierten desde el blog de seguridad vial Circula seguro.

¿Cuál es una distancia adecuada? En algunas carreteras comienzan a verse una señales en el asfalto que permiten mantenerla más fácilmente. Se trata de una señal con una flecha, o con dos. Si conduciendo detrás de otro coche, sólo podemos ver la señal de una sóla flecha, vamos demasiado cerca. Debemos desacelerar suavemente para ubicarnos a una distancia correcta, en la que podamos llegar a ver las dos señales, la de una flecha y la de dos).

Esta táctica también nos servirá para despegarnos de aquellos conductores que vienen detrás de nosotros y se empeñan en poner sus coches «pegados» al nuestro.

Hay además un sencillo «truquito» que podemos usar para establecer nuestra posición en relación a un coche por delante del nuestro. Mira un objeto determinado (una señal, un cruce). Cuando el coche de adelante pase por él, comienza a decir la siguiente frase a un ritmo constante y un poco más lento que una conversación normal:: «Mil ciento uno, mil ciento dos«. Si pasas por delante de ese objeto marcado (una señal, un cruce) antes de haber terminado la frase… vas muy rápido y muy junto al otro vehículo.

Estos conceptos son básicos para poder llevar a cabo una conducción preventiva y es bueno que todos los tengamos presentes. No sólo nosotras.