El sofá o el puesto de trabajo se han transformado en un gran centro comercial en el que pasear por múltiples bazares echando productos a nuestro carrito, virtual en este caso. Es cierto que la ropa no puede probarse, ni la colonia olerse ni la fruta tocarse pero las compras online se han incrementado notablemente, concretamente en el primer trimestre de este 2013 se han aumentado las ventas online un 15% respecto al mismo periodo del anterior 2012. En definitiva, hemos cambiado nuestros hábitos de consumo.
Esto obliga a mejorar las condiciones de compra que en un primer momento no cubrían todas las necesidades y derechos del usuario. Por ello se ha aprobado el proyecto de Ley para la Defensa de los Consumidores y Usuarios con el objetivo de aumentar la seguridad del consumidor. El texto incluye diferentes propuestas como la ampliación del tiempo en el que el cliente puede cesar el contrato, ahora será de catorce días naturales.
En ocasiones determinadas ventas se incrementaban según el método de pago, concretamente según el tipo de tarjeta, ahora es imprescindible facilitar otro medio de pago para que el consumidor pueda escoger libremente. Además se hace obligatorio mostrar el precio final de la compra para que el usuario lo acepte antes de realizarla.
A esta protección se une la tradicional necesidad de que el cliente preste atención a cada paso que da en su compra leyendo las condiciones y políticas de la misma y pidiendo información si algún punto no es del todo comprensible. Se use internet para la compras relacionadas con viajes, transportes y hoteles, lo más común, tanto si se hace en cualquier otro sector como alimentación, hogar, tecnología o motor el consumidor a de sentir que todos sus derechos están protegidos.
Fuente| Consumer.es
Imagen| Bigstockphoto
