Un vaso de agua fresca en un día caluroso o tras una jornada de actividad física es más que una necesidad, es un placer, y nada debe impedir que lo disfrutemos. Existe cierta creencia entre algunas de las mujeres que padecen incontinencia urinaria que se basa en considerar que si controlan la ingesta de bebidas evitarán las pérdidas. No es así, beber agua es fundamental e incluso ayuda.

Hay determinados momentos en los que sí es importante controlar la ingesta de bebidas, por ejemplo antes de ir dormir. Dos horas antes de echarnos en la cama deberíamos evitar tomar cualquier tipo de líquidos, y algo parecido ocurre cuando se va a hacer ejercicio, aunque no hace falta que pase tanto tiempo.

Aunque hay determinadas bebidas de las que es mejor no abusar en caso de sufrir incontinencia urinaria, como las que incluyen cafeína o las alcohólicas, hay otras fundamentales. Por supuesto, la primera en la que pensamos es el agua. El agua cumple una función esencial en nuestro organismo ya que somos 78% agua. Por ello para mantener una correcta hidratación todas sabemos que hemos de beber dos litros cada día y también sabemos que, como siempre, estos datos son orientativos ya que la ingesta de líquidos debe adaptarse a distintas situaciones como la climatología o el esfuerzo físico. La mayoría de las veces será nuestro propio cuerpo el que se encargue de hacernos saber que tiene sed.

De hecho este consumo diario de agua beneficia en determinados aspectos las molestias propias de la incontinencia urinaria, ya que si no consumimos suficientes líquidos la orina será más concentrada irritando más fácilmente a la propia vejiga. En cualquier caso siempre será un profesional el que nos pueda aclarar dudas concretas sobre cuánto o cómo beber para sentirse mejor con una misma.

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