Hoy nos adentramos en el mundo de las verrugas. Sí, esas amiguitas que aparecen cuando menos lo esperamos y de las que tenemos que estar muy pendientes , porque, pese a que normalmente no nos incomodan más allá del hecho estético o molestar por el roce, hay veces que si éstas crecen o presentan mal aspecto, hay que acudir al médico. Estas verrugas se producen debido a una infección originada por el virus del papiloma humano (VPH).

Al estar hablando de un virus, no es extraño que se den contagios de una parte del cuerpo a otra o incluso de una persona a otra, siendo más propensos a padecerlas aquellos que tienden a la sudoración. Esto es debido a que el VPH se desarrolla  sobre todo en zonas donde hay humedad. Es por eso que a las personas que le sudan mucho las manos, se les recomienda que se las limpien rápidamente o incluso usar algún tipo de polvo para mantenerlas secas. Esto también afecta a personas que practican deporte o que por sus trabajos tienen que estar expuestos a piscinas y gimnasios y no usen un calzado adecuado para estos espacios.

Hay muchos tipos de verrugas, pero las más comunes son las “comunes o vulgares”. Aunque son frecuentes en manos, pueden llegar a aparecer en cualquier parte del cuerpo. Se dan sobre todo en gente joven. También existen las verrugas “plantares”, que como su nombre indica, surgen en las plantas de los pies y suelen ser las más molestas.

Estos tipos de verrugas (así como otras, como las de tipo genital, por ejemplo) suelen ser muy sencillas de tratar acudiendo a un dermatólogo. Hay quienes prefieren métodos caseros como frotarlas con ajo, sin embargo, en nuestra farmacia más cercana hay remedios que científicamente están probados, y son efectivos.

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