Un armario sostenible es aquel al que no le sobran prendas y está compuesto solo por aquellas que de verdad nos gustan y a las que vamos a dar uso. 

Tener un armario sostenible no solo nos ayudará a mantener todo ordenado, sino que también nos puede proporcionar comodidad y tranquilidad a la hora de vestirnos cada mañana.

Como  Expertas en vivir disfrutamos sacando el máximo partido a nuestro armario y esta nueva filosofía de organización nos ayudará a conseguirlo. 

Para ponerla en práctica simplemente tienes que seguir estos sencillos pasos:

Clasifica la ropa:

En primer lugar debes de identificar la ropa que tienes. Para ello puedes clasificarla en tres grupos diferentes:

  • Ropa que te pones mucho, te gusta y es de tu talla.
  • Ropa que llevas menos y te pones en pocas ocasiones.
  • Prendas que ya no usas, ya sea porque no son de tu talla, están muy pasadas de moda, están rotas, o ya no te gustan. 

Selecciona la ropa:

  • Del primer montón puedes escoger esas prendas que te pones mucho, y con las que te sientes cómoda, y guardarlas directamente en tu armario. 
  • Pruébate la ropa del segundo montón y guarda solo las prendas con las que te sienten bien, sean básicas, te gusten mucho o creas que sí pueden tener una segunda oportunidad.
    Si en este paso encuentras prendas que estés dudosa, puedes guardarlas, pero de forma que no la veas dentro del armario, por ejemplo en una bolsa o en una estantería alta, para que no las tengas a mano y así te des cuenta de si de verdad las necesitas o las echas en falta. Da un año a estas prendas, cuando pase el tiempo te darás cuenta de si de verdad las necesitas o si no las has echado en falta. Esto te ayudará, cuando vuelvas a verlas, a saber de cuales debes de deshacerte y de cuales no. Debes de tener muy claro que todas las prendas que te quedes son para usarlas, así que no conserves ninguna por nostalgia.
  • Toda la ropa del tercer montón la debes descartar.

Adapta tu armario a tu estilo de vida:

En este paso queremos identificar aquellas prendas de ropa que nos gusta pero que, por nuestro ritmo y estilo de vida, no nos vamos a poner, porque no coincide con las necesidades de nuestro día a día. También se puede dar el caso de que, con el paso del tiempo, hayas cambiado y encuentres en tu armario muchas prendas que ya no te pones, porque no coinciden contigo y no te sientes identificada o cómoda con ellas.

Ordena las prendas seleccionadas.

Ahora que ya sabes que prendas son las que deben seguir en tu armario, puede resultarte de gran utilidad para tu día a día que antes de guardarlas hagas combinaciones con ellas.  Estas composiciones te ayudarán a descubrir que tienes ropa que no sabes con qué combinarla. 

Después de esto separa tus prendas según el uso que vayas a hacer de ellas, es decir, pon en un montón aquellas prendas que usarías para ir a trabajar y no te pondrías para el ocio y viceversa.Y por último, separa en otro montón las prendas básicas.

¿Qué hacer con las prendas descartadas?

Para terminar, puedes buscar un segundo uso a toda la ropa que has ido descartando en el proceso. Por ejemplo:

  • Puedes llevarla a centros de reciclaje textil.
  • Ofrecerla a familiares y amigos a los que les puede interesar.
  • Retocarlas. Quizás cortándolas o cambiándolas un poco puedan volverte a encajar y seguir utilizándolas.
  • Donarlas a asociaciones que se encargan de distribuir a personas que las necesiten.

Poniendo en práctica todos estos consejos, nos convertimos en auténticas expertas en conseguir un verdadero armario sostenible y organizado. 

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