El Suelo Pélvico es el gran olvidado cuando pensamos en ponernos en forma. Ejercicios para las piernas, para la flaccidez de los brazos, para la barriguita… pero ¿y el Suelo Pélvico? Se trata de un grupo muscular situado en la zona pelviana, que regula las funciones urinaria y sexual y evita el desplazamiento de los órganos de la zona hacia el exterior del organismo. Así, es fácil entender su importancia y, sin embargo, es el eterno ausente cuando planeamos nuestra rutina de ejercicios de cara a la nueva temporada.

Un Suelo Pélvico fuerte y bien ejercitado ayuda no sólo en ocasión del embarazo y el parto, sino que previene la Incontinencia Urinaria asociada a su debilidad y mejora la calidad de las relaciones sexuales, en ambos sexos, previniendo disfunciones y otros problemas. A este respecto, en España tenemos aún mucho que aprender de países como Francia, donde de manera rutinaria se practica la fisioterapia especializada en Suelo Pélvico, de manera coordinada con especialistas en uroginecología y otros campos.

Aunque un Suelo Pélvico tonificado y fuerte es conveniente también para los hombres, las mujeres lo agradecemos doblemente, no sólo porque nos facilita el parto y la recuperación tras el trauma físico que supone, sino porque ayuda a evitar problemas tras la menopausia, momento en el que los desequilibrios hormonales pueden afectar a la zona pelviana, que resistirá mejor cuanto más fuerte se halle.

Unos buenos hábitos de alimentación y ejercicio, una vida activa y socialmente rica, con amistades y relaciones que nos permitan huir del estrés y compartir experiencias y diversión, un proyecto apasionante, deberían formar parte de nuestra realidad. De la misma manera, el mantenimiento de nuestro Suelo Pélvico, en forma de Ejercicios Kegel o Hipopresivos, nos ayudará en nuestro día a día de una manera que muchas aún no podéis ni imaginar.

Independientemente de nuestra edad o condición, todas las mujeres deberíamos incluir en nuestras rutinas diarias ejercicios apropiados para el fortalecimiento del Suelo Pélvico. Indudablemente, los beneficios que éstos aportan a nuestra salud y calidad de vida son suficiente recompensa.
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