Todas sabemos lo cómodo que es: contando con apenas unos minutos libres en el trabajo, lo más sencillo es acudir a uno de los cientos de locales preparados para ello (están por todas partes) y pedir cualquier cosa. Se come rápido, proporciona energía y ya hemos solucionado el almuerzo de manera inocua. Pero ¿es cierto esto?
Ya hemos comentado muchas veces cómo nuestra alimentación influye, y no poco, en nuestro estado anímico, físico y mental. También hemos hablado de qué tipo de dieta sería más beneficiosa en nuestro caso: cómo la incontinencia urinaria.
que padecemos puede experimentar mejoría si modificamos para bien nuestra dieta. En ningún caso será beneficiosa si viene cargada de azúcares, grasas saturadas y muchísima sal.
Cuando el tiempo es nuestro enemigo, la planificación es la mejor aliada. Identifica cerca de tu zona de trabajo aquellos sitios de comida tradicional donde poder tomar algo sano y nutritivo: ¡viva la dieta mediterránea! Si tu horario no te lo permite, procura prepararte la noche anterior algo ligero pero completo: una ensalada de legumbres, por ejemplo, o un arroz con verduras.
Si comer de tupper no es una opción, existe siempre la posibilidad de buscar la alternativa más sana. Hace ya tiempo que la presión de los nutricionistas logró que en las cadenas de comida rápida figurasen menús saludables: no son tan atractivas a la vista como esas suculentas hamburguesas o esos perritos brillantes de salsas, pero la típica ensalada de pollo o queso, aliñada con aceite de oliva y vinagre, o incluso un delicioso sándwich vegetal solucionarán el problema sin añadir preocupaciones a tu ya apretada agenda.
Recuerda que lo importante es mantener tu incontinencia urinaria bajo control y, para eso, es muy importante que controles tu alimentación. Un aumento de peso causado por todas esas grasas de quinta categoría podría agravar tu estado, además de hacer que te sientas bastante peor contigo misma.
Hemos de asumir que tenemos que cuidarnos incluso un poquito más que antes: ahora padecemos incontinencia urinaria y, por lo tanto, hay que ejercer un control mayor en nuestra rutina. Si para cualquier persona la así llamada fast food es nociva, imagina una gran señal de STOP en tu caso.
¿Y tú? ¿Cómo solucionas tus almuerzos con poco tiempo? ¡Cuéntanos!
Imagen| Bigstockphoto
