Cómo prevenir los resfriados

El invierno ha llegado tarde pero como cada año lo ha hecho con fuerza. Los pañuelos de papel vuelven a ser un imprescindible en nuestros bolsos y la melodía de fondo muda en un sinfín de estornudos. La bajada de las temperaturas augura resfriados casi seguros pero es posible evitar ese molesto moqueo acompañado de pesadez en la cabeza, malestar general y en ocasiones fiebre.

El día que empezamos a sentir las primeras molestias en nuestra garganta es cuando comenzamos a plantearnos qué hemos hecho mal. Los cambios de temperatura no tienen porqué ser el motivo del resfriado, se trata de una enfermedad viral y por ello hay que prestar atención a ciertas rutinas para no ser contagiadas. Se hace así imprescindible lavarse las manos y no tocarse la cara, unos sencillos consejos que debemos inculcar a los más pequeños, ya que también son una de las principales víctimas de este virus por mantenerse en constante contacto con los demás niños. A estos consejos de higiene se unen otros como mantener ventilada la estancia en la que estemos o cambiar las toallas de lavabo cada pocos días.

Tanto si el resfriado ya ha llegado como si, mirando a nuestro alrededor, percibimos que se está acercando se debe prestar atención a la alimentación. Por ejemplo el ajo será el gran aliado pues es un antibiótico natural y fortalece el sistema inmunológico. Pero también se recomiendan las verduras que contengan vitamina A como la zanahoria, el brocóli o el pescado por ser fuente de cinc.

Precisamente este mineral, el cinc se ha convertido en principal componente de muchas de las pastillas para aliviar el resfriado. Porque una vez notamos los primeros síntomas lo habitual es comenzar a tomar pastillas para mejorar las molestias en la garganta o acudir a los tradicionales remedios caseros que sabemos que nos funcionan.

Imagen| Bigstockphoto

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