Cumplir años es bonito. Es síntoma de que estamos vivos, de que podemos seguir disfrutando de la vida, de las personas que nos quieren y a las que queremos. Síntoma, también, de que hemos vivido muchas experiencias, algunas mejores que otras, es verdad, pero ahí están. Es por eso que esconder nuestra edad, avergonzarnos de ella, es algo que tenemos que ir dejando a un lado. Y si lo que realmente queremos es aparentar ser jóvenes, lo mejor es empezar a sentirnos jóvenes por dentro, de este modo, seremos jóvenes por fuera.

¡Sonríe! Dicen que la cara es el espejo del alma y si tu alma está feliz y tranquila, se reflejará en tu cara. En un estudio realizado hace algunos años por una universidad estadounidense, se descubrió que las personas que sonríen aparentan menos edad, mientras que aquellas que muestran en su cara rasgos de miedo, suelen aparentar más edad.

Siéntete a gusto contigo misma. Realiza aquellas actividades que verdaderamente te llenen, que generen en ti ese sentimiento te satisfacción que te hará rejuvenecer por sí solo. ¿Siempre has deseado saber tocar la guitarra? ¿O aprender a pintar? Pues adelante, es tu momento. Deja de ponerte excusas a ti misma, y saca la artista que llevas dentro. Tienes que sacar tiempo para ti misma. Ayudar a los demás, estar pendiente de tu familia, y de tus amigos, está muy bien, pero no olvides que cuidarte a ti misma y dedicarte un ratito al día, también es muy importante. Al final, es algo que acaba beneficiando a todo el mundo.

Por último, olvídate de esos “trucos” de vestuario para intentar aparentar la edad que tenías hace 20 años. Eso no funciona, y además, está probado a través de estudios de población, que las personas tienden a sentir rechazo ante este tipo de comportamientos. Sé tú misma, no intentes aparentar nada porque no te hace falta. La gente te quiere como eres.

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