La falta de ilusión de la que muchas veces se habla en el período de la menopausia se refleja también en la vida sexual de la mujer que empieza a tener menos deseo sexual no sólo por la afectación física como también psicológica y que además lo ve como normal, porque alguien ya se lo había dicho que era así. Pues será así para algunas pero desde luego no tiene que serlo para todas.
La vivencia de la menopausia depende mucho de cada mujer. Hay mujeres que lo viven como una etapa más de la vida y hay otras que lo viven como una fatalidad.
Está comprobado que la mujer que tiene ocupaciones propias, aficiones, creatividad y una buena vivencia de la maternidad sufren en menor medida las consecuencias negativas de la menopausia, comparadas con las que no se sienten realizadas en alguna de estas áreas.
Uno de los principales problemas de la menopausia, tal como en los casos de incontinencia urinaria, está en que no se habla de ello. A las mujeres les da vergüenza comentar lo que les está ocurriendo. Les da pudor hablar de sus sensaciones, y por lo tanto el problema se agrava, pasa a ser un tabú, que todo el mundo lo sabe pero nadie lo dice. Pero la menopausia es un proceso por el cual toda la mujer pasa; más tarde o más temprano.
En el caso de la incontinencia urinaria leve, como bien sabéis, es algo que si no lo comentáis nadie lo va a saber, sin embargo no hablarlo no sólo no resuelve el problema sino que lo incrementa más a nivel psicológico.
Hablar ayudar a liberar tensiones y ansiedades. Está científicamente comprobado que hablar es ansiolítico, a la gente le gusta hablar, porque hablando libera miedos y además se proporciona un espacio de complicidad y núcleos de apoyo.
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