Por fin llegó el ansiado verano. Para la mayoría es sinónimo de vacaciones, de disfrutar, de desconectar; incluso para aquellos que laboralmente han tenido un mal año o no han trabajado, quizá sea necesario alejarse un poco de las preocupaciones y coger fuerzas para reiniciar la temporada en condiciones.

Las vacaciones son algo más que “huir” del bullicio a otra ciudad o pueblo, con playa o montaña; es cambiar nuestra rutina, hacer cosas que generalmente los horarios o las obligaciones nos impiden, permitirnos pequeños o grandes lujos… Y aquí van algunos trucos que pueden sernos de utilidad para que este año exprimamos al máximo esta época.

1-    Dedica un poco de tiempo a pensar en ellas. Seguramente, te costará más cuanto más las necesites. Piensa que es una manera de cuidarte a ti mismo, y que es una buena manera de reconocerte a ti mismo y poner en valor los esfuerzos de todo el año. Intenta pensar qué te apetecería y date permiso.

2-    Una de las primeras cosas fundamentales: ¡¡párate!! Generalmente andamos deprisa, comemos deprisa, hasta dormimos deprisa. Es una buena excusa para bajar las revoluciones y tratar de ser más conscientes de nosotros mismos. Algunas personas se desprenden del reloj para sentir que también se liberan físicamente del horario.

3-    Piensa en una actividad que te haga disfrutar: desde irte a la naturaleza (también puede ser un parque o un jardín), a tomarte algo en una terraza, disfrutar de lugar original o de moda, acudir a conciertos… Todo vale, así que será fácil encontrar ofertas que se ajusten a cada bolsillo. Lo bueno del verano es que se organizan más actividades culturales y de ocio gratuitas o a buen precio. Averigua qué puede resultarte atractivo.

4-    El famoso y beneficioso deporte… Puede que no lo practiques regularmente por falta de tiempo, pero también porque no te guste. Apuntarte a un gimnasio a alguna actividad esta temporada va a beneficiarte física y psicológicamente. Puede ser incluso una buena oportunidad de conocer gente, ¡no lo descartes! Y aunque lo del gimnasio no vaya contigo, qué tal un buen paseo diario. Mover el cuerpo ayuda a liberar endorfinas y por eso produce una sensación de bienestar.

5-    Muchas personas disfrutan de hobbies, pero muchas otras no pueden desarrollarlos por falta de tiempo: empieza un libro nuevo, iníciate en el cuidado de bonsáis, aprende bricolaje o restauración, aficiónate a la fotografía… Existen cursos intensivos para estas fechas, pero también muchos tutoriales en Internet o en libros que nos facilitan explorar nuevos mundos.

6-    Dedícate un poquito de atención: puede ser una buena época para hacer algún tratamiento de belleza (masajes, manicura, pedicura), acudir a algún balneario urbano (la oferta en Internet es abrumadora), huir en la alimentación de platos precocinados y cocina rápida. En definitiva, cuidarnos un poquito más de lo que nos permitimos a diario.

7-    Por supuesto, distánciate del trabajo; por la respuesta automática en tu correo de “fuera de la oficina”, evita mantener conversaciones sobre lo que ha pasado o está preocupándote en este campo, informa de que estás de vacaciones y lo necesitas. Todo seguirá ahí cuando vuelvas, y si eres capaz de alejarte un poco, la perspectiva al volver también será más relajada y favorable.

8-     Y por último… cambia un poco la tecnología por las personas, el aire libre y la actividad. Dales un espacio limitado en tus vacaciones, para evitar que absorban más tiempo o atención de la debida y se conviertan en amenazas más que en ayudas.

Probablemente, leer estas líneas os haga pensar en aquello que hacéis vosotros para disfrutar de las vacaciones. ¿Por qué no lo compartís para que podamos tomar buena nota?.

Felices vacaciones

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