Cuidar todos nuestros músculos es fundamental para una vida saludable y para evitar posibles enfermedades. Pero en ocasiones nos olvidamos de los músculos que no vemos, aquellos en los que no somos conscientes de su estado. Precisamente los que componen el suelo pélvico pertenecen a esta segunda categoría; no los vemos pero son muy importantes para nuestra calidad de vida.

Como en toda mejora para nuestra salud, la prevención es clave. En este caso mantener a lo largo de los años la correcta posición de los órganos en la pelvis ayuda a paliar o disminuir las disfunciones asociadas. La más común es la incontinencia urinaria aunque no es el único problema que deriva de las complicaciones en la elasticidad en este grupo de músculos, también afecta al estreñimiento o la incontinencia ano-rectal.

Entre las causas más habituales que afectan al suelo pélvico está el parto vaginal y es ahí donde se concentran muchas de las posibilidades de su prevención. Para ello es conveniente que durante el embarazo se sea consciente de la musculatura del suelo pélvico además de realizar el masaje perineal y los ejercicios habituales de contracción de esta zona. El postparto es también un momento muy delicado, algunos expertos consideran muy adecuado realizar un programa de prevención durante las primeras semanas aunque teniendo presente que en algunas ocasiones la incontinencia tras el parto vaginal es temporal.

Ya os hemos hablado en otras ocasiones de los ejercicios fundamentales para mejorar nuestro suelo pélvico y poder controlar así la aparición de la incontinencia urinaria, entre los que siempre destacamos está la gimnasia abdominal hipopresiva y el método Kegel. Simples rutinas de ejercicios que trabajan sobre nuestra musculación consiguiendo que el interior de nuestro cuerpo esté tonificado.

Fuente|Elsevier.es
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