Una de cada tres mujeres mayores de 35 años las padecen y la principal causa de que se produzcan es la debilitación de los músculos del suelo pélvico. Cuando este debilitamiento sucede, actividades tan cotidianas como pueden ser reír, toser o correr pueden ocasionarlas.

Hay tres motivos principales que las provocan: razones de esfuerzo, de rebosamiento y de urgencia.

  • Razones de esfuerzo: En los momentos en que la mujer hace fuerza: toser, reír…, es cuando se produce, principalmente a causa del debilitamiento del suelo pélvico.
  • Por motivos de rebosamiento: Se produce cuando, a la hora de ir a al baño, la mujer no es capaz de expulsar completamente todo el líquido. Esta situación lleva a un posterior goteo constante.
  • Razones de urgencia: Se da tras un deseo imperioso de tener ganas de acudir al baño, a la vez que la mujer siente que no va a ser capaz de llegar y se producen las pérdidas leves.

Entre las medidas que las mujeres pueden llevar a cabo hay que distinguir:

  • Seguir un estilo de vida saludable: Evitar abusar del alcohol, beber mucha cantidad de agua, no fumar y seguir una dieta equilibrada que evite el desarrollo del sobrepeso nos puede ayudar
  • Realizar ejercicio físico como los ejercicios de kegel o abdominales hipopresivos. Disciplinas artísticas como la danza del vientre también ayudan a reforzar el suelo pélvico. Uno de los principales motivos del debilitamiento del suelo pélvico es el embarazo y el parto, por lo que este tipo de ejercicios es muy recomendable tras este proceso.
  • Utilizar ropa que no sea muy ajustada y que no ejerza una presión excesiva en el abdomen.

Es importante que estos hábitos de prevención sean tempranos y se tomen medidas, sobre todo, después de un parto y en la menopausia.