Muchos expertos afirman que una alimentación sana puede promover un envejecimiento saludable y es clave en la lucha contra una gran variedad de enfermedades.
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Como Expertas en Vivir sabemos que la salud es una de las cosas más importantes y a la que mayor atención hay que prestar. Para tener una vida saludable es necesario tener hábitos saludables en nuestro día a día, cómo hacer ejercicio o prestar una especial atención a nuestra alimentación.
Muchos expertos afirman que una alimentación sana puede promover un envejecimiento saludable y es clave en la lucha contra una gran variedad de enfermedades.
Está demostrado que comer mucha verdura, frutas y legumbres ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como las cardiopatías o como el cáncer y también para luchar contra él.
La OMS nos recomienda tener una dieta saludable baja en grasas, azúcares y sodio, y consumir más de 400 gramos de frutas y verduras al día para mejorar la salud general y reducir el riesgo de diferentes enfermedades no transmisibles.
Una dieta basada en plantas se ha relacionado con una mayor esperanza de vida. Y un 35% de los casos de cáncer se atribuyen a una mala alimentación, por lo que una cosa tan sencilla como el comer adecuadamente nos puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades como el cáncer y también luchar contra él.
Estos son algunos de los alimentos que nos ayudan a prevenir enfermedades y que no deben faltar en nuestra dieta.
Previenen la osteoporosis y ayudan a reducir la tensión arterial.
Los lácteos son una fuente de proteína de alta calidad que ayuda al fortalecimiento de los huesos, previenen la osteoporosis en la edad adulta y mantienen los niveles de azúcar en la sangre. También tienen un alto contenido de calcio y vitamina D.
Previenen las enfermedades cardiovasculares.
Los frutos secos aportan una gran cantidad de grasas buenas que ayudan a prevenir enfermedades del corazón. También son ricos en proteínas, fibra y vitamina E. Puedes comerlos como snacks durante el día para calmar el hambre, pero ten cuidado de no excederte pues contienen muchas calorías.
Protege las arterias y mantiene el nivel de colesterol bajo.
Al igual que los frutos secos el aceite de oliva contiene grasas buenas, es decir, grasas monoinsaturadas que ayudan a combatir las enfermedades del corazón, así como antioxidantes que le da un efecto antiinflamatorio. Una buena opción es consumirlo en ensaladas y pastas, y recuerda que la porción ideal es de 4 a 5 cucharadas soperas al día.
Refuerzan el sistema inmunológico y mejoran la digestión.
Los probióticos son bacterias buenas, cuyo consumo regular ayuda a reforzar el sistema inmunológico y contribuyen a la prevención del estreñimiento. Las fuentes naturales de probióticos como el yogur, permiten que nuestro organismo absorba vitaminas y minerales, cuidan la flora intestinal, aumentan la energía y mejoran la salud de la piel.
Mejoran el tránsito intestinal y regulan los niveles de glucosa en la sangre.
El consumo regular de frutas y verduras aporta vitaminas y minerales, ácido fólico, hierro magnesio, antioxidantes y otras propiedades necesarias para el buen funcionamiento del organismo. Son ideales para prevenir enfermedades digestivas y ayudan a cuidar el metabolismo. Aprovecha las frutas de temporada para variar su ingesta.
Alivia las náuseas y combate los virus.
El jengibre ha sido usado de forma milenaria para combatir el virus de la influenza y como un poderoso antiinflamatorio. Se le atribuye la capacidad de aliviar las náuseas por lo que se recomienda a mujeres embarazadas y, es bien sabido que ayuda a disminuir la presión arterial y a combatir las infecciones del sistema inmunológico.
Son muchos los beneficios que podemos obtener cambiando nuestros hábitos alimentarios. ¡Anímate a mejorar tu dieta para tener una vida más saludable!
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