Hace unas semanas estaba dando un paseo con una amiga y vimos un escaparate que nos llamó la atención. Esta vez no se trataba de una tienda al uso, sino de un establecimiento dedicado a la salud sexual. Su planteamiento iba más allá de la típica tienda en la que se pueden encontrar juguetes eróticos, y una vez allí, llevadas por la curiosidad y la novedad, dejamos que su dueño nos ilustrara sobre distintos aspectos.

La charla se centró en las bolas chinas, explicándonos que, al contrario de lo que mucha gente cree, no son un juguete erótico, sino una ayuda terapéutica para fortalecer el suelo pélvico y evitar las pérdidas de orina, además de redundar en un mayor placer y control en las relaciones sexuales.

Caía para nosotras en ese momento ese mito que coloca a estos elementos en un plano que no les corresponde, asociados al placer sexual inmediato y como parte del juego erótico. Por tanto, nos quedó muy claro, que las bolas chinas, así como los conos vaginales, son elementos de salud, a través de los cuales se pueden obtener muy buenos resultados en la prevención y tratamiento de las pérdidas de orina.

Cómo se utilizan las bolas chinas o conos vaginales

Nos contó que las bolas chinas realizan un masaje continuo sobre los músculos del suelo pélvico, gracias a la vibración imperceptible que producen al estar en movimiento. Este extremo es muy importante, ya que es preciso saber que llevar bolas chinas o conos vaginales en momentos de inactividad es totalmente inútil.

También nos contó cómo se deben empezar a utilizar, ya que no basta con ponerlas de vez en cuando, sino que como toda terapia, necesita orden y constancia. Es conveniente tener bolas o conos de diferentes pesos, que se puedan combinar entre sí, para tener un abanico de pesos con el que jugar.

En una primera etapa, se introduce una sola bola de poco peso, dejándola actuar durante un periodo de tiempo pequeño. El objetivo es que nos acostumbremos a tener un cuerpo extraño en el interior de nuestra vagina, para que sí podamos ir aumentando tanto el peso como el tiempo. Las primeras veces, es posible que los músculos no consigan retener las bolas o conos, pero con el tiempo y el entrenamiento quedarán bien sujetas durante todo el tiempo.

De manera gradual iremos aumentando los pesos, utilizando las bolas todos los días hasta conseguir retener de manera cómoda el mayor peso posible. Los músculos de la vagina se irán fortaleciendo sin mediar ejercicio voluntario, tan sólo teniendo la disciplina de llevarlas durante un tiempo al día, y siempre que se acompañe de actividad física. El resultado será un suelo pélvico fortalecido que nos permitirá prevenir la incontinencia urinaria, o mejorar en este sentido si ya tenemos pérdidas de orina. ¡Pero ya sabéis que el mejor consejo debe venir siempre de vuestro medico!

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Imagen vía | Buchelligiordano en Flickr