En el constante intento de cuidarnos y mejorar nuestra salud ponemos siempre especial atención a la dieta, una dieta que en ocasiones puede ser mal interpretada y sustentarse en platos escasos y monótonos. Para disfrutar al máximo de nuestros menús cuidando nuestro cuerpo es importante poner la atención en los alimentos de la temporada. Están marcados por su calidad y suelen estar a mejor precio que el resto del año, pero además es un placer poder escogerlos en el mercado y dejarnos guiar por los más frescos y apetecibles del mostrador.

En la temporada de otoño recuperamos el ritmo frenético por lo que necesitamos más energía que en temporada estival y cierta protección frente a resfriados. La dieta otoñal no se olvida de frutas y verduras; las peras, manzanas o plátanos son unas de las comunes de esta temporada y podemos seguir incluyéndolas en zumos y recetas. Otra opción durante estos meses es aprovechar los champiñones y setas, son una de las delicias del otoño con las que el sabor y la presencia en la mesa es inmejorable. Además son ingrediente básicos para platos saludables y rápidos de cocinar como revueltos o ensaladas.

Entre las verduras de temporada es el momento de berenjenas, zanahorias, lechugas, puerros o cebollas. Lo que abre un mundo de posibilidades en torno a su preparación, en los días más fríos son ideales en caldos o purés, pero también pueden servirse rellenas, a la plancha o en salteados. También es momento para los frutos secos como avellanas o castañas, estas destierran el mito de que todos estos frutos poseen gran cantidad de calorías con unas 165 por 100 gramos.

Adecuar la alimentación a la temporada permite disfrutar de los mejores productos de la tierra poniendo especial énfasis en el cuidado personal y la salud porque comer sano es siempre garantía de vida.

Fuente: Consumer.es